“Siempre me acompaña tu mirada cuando abriste los ojos a este mundo, entre asustado y asombrado. Han pasado 18 años, aunque parece que fue ayer, y ese soplo de tiempo nos ha traído alegrías, tristezas, anhelos y frustraciones, pero por encima de todo nos ha dado la posibilidad de comunicarnos para que nuestro caminar, ambos podamos aprender del otro para ser un poco mejor cada día, aunque no siempre sean las palabras el vehículo para ello.

Tus primeros pasos ya perseguían su objetivo y tu satisfacción crecía cuando ibas logrando tus metas, ellas te iban dando el valor para seguir avanzando, para seguir creciendo.

Hoy inicias una etapa nueva y quiero transmitirte mi pensamiento: “Tienes delante de ti toda una vida. A veces podrás ver todo muy oscuro, otras te parecerá que estás viviendo en una nube, otras te preguntarás hacia donde ir y otras lo verás muy claro, pero a pesar de todo lo que tenga que venir no te olvides NUNCA de VIVIRLA, es apasionante y más allá de las cosas terrenales y por ende materiales que ella te ofrecerá, con sus alegrías y tristezas, busca el conocimiento que te llenará de felicidad y paz, aquel que proviene de tu interior y que te permitirá conocer al DAVID que llevas dentro. Ese camino es un camino de reencuentro con el creador, contigo mismo, donde descubrirás tu lugar en este mundo y comprenderás que todo, todo, forma parte del mismo universo.”

David, siempre que notes que te falten las fuerzas; que no puedes más, vuelve la vista atrás y recuerda a ese niño que llevas dentro que, con cierto temor, pero con una firmeza inquebrantable se agarraba a una silla y con un esfuerzo de titanes intentaba ponerse de pie una y otra vez hasta conseguirlo, y que cuando lo lograba siempre lanzaba su grito de guerra, su grito de satisfacción.

Hoy me toca a mí, lo que antes hicieron por mí. Yo tuve la gran fortuna de aprender una gran lección, aunque mi corazón se desgarraba fluyendo por él sentimientos de tristeza y también de felicidad, y esa no fue otra que descubrir que todos tenemos nuestra PROPIA LIBERTAD y que depende de uno mismo hacer USO de ella. Más allá de compartir esa, mi lección, quisiera empujarte a que busques la tuya. Piensa que has venido a este mundo a llevar a cabo una tarea, una que sólo tú puedes hacer y que nadie más conoce. Búscala, persíguela y conquístala, y al final comprenderás que más allá de conseguirla, el verdadero valor estará en todo el camino que tendrás que recorrer para ello.”