La familia es el primer escenario de vida. Allí aprendemos a vincularnos, a observar el mundo y a reflejarnos en él. Sin embargo, es también en la familia, dónde experimentamos las primeras heridas. En estos encuentros comparto herramientas para comprender mejor el rol de los padres como guías más lúcidos y conscientes ayudándolos a reconocer antiguos patrones familiares que podrían estar afectando su vínculo con sus hijos. Considerando, además, que a día de hoy los principales referentes de los jóvenes no son sus progenitores sino los llamados youtubers o influencers.

En esos encuentros apoyamos a los padres para fomentar en cada hogar una comunicación empática, asertiva e incondicional desde la Presencia.

En esta misma línea, reconocemos a la escuela como un espacio complementario, no sustitutivo, pero fundamental, ya que es este contexto en que los niños se vinculan por primera vez con personas ajenas a su familia.

Se aborda la importancia de una educación en valores, una educación que valide los límites saludables, que promueva la creatividad, la búsqueda de sentido en los niños y adolescentes y desde allí, desde pequeños, desarrollar la voluntad de contribución, el respeto por el bien común y el cuidado de la naturaleza.